“Caperucita
tonta”
Caperucita
iba un día caminando por el bosque para llevarle una cesta con comida a su
abuela, ya que su madre le había mandado. Por el camino, un lobo la estuvo
observando y se acercó a hablarle, le
dijo:
-
¿A Dónde vas?
Como
caperucita no era muy lista, le dijo que iba a casa de su abuela y le dio la
dirección y todo. Entonces el lobo le dijo que conocía un atajo. Se lo dijo
para llegar antes que ella y de paso hiciese deporte, mientras él iría a
comerse a la abuela.
Cuando
Caperucita llegó, llamó a la puerta, y el lobo le contestó:
-
Pasa,
está abierto.
Caperucita
entró, y se sorprendió:
-
Abuela,
¡qué ojos tan grandes tienes! ¡y ahora son amarillos! ¿te has puesto lentillas?
-Sí, son para verte mejor, ¿me das ya esa
cesta con comida?- Le replicó el lobo.
Entonces
Caperucita le dijo de nuevo:
-Abuela
¡qué nariz tan grande tienes!
- Es para olerte mejor, venga, que tengo
hambre, dame la cesta...- continuaba el lobo.
De
nuevo Caperucita comentó:
-
Abuela,
¡qué dientes más grandes tienes!
El
lobo no tenía previsto comerse a Caperucita pero, como no le daba la cesta, el lobo empezó a
impacientarse, y como tenía hambre, decidió devorar a Caperucita. Entonces, de
un salto le gritó:
-
¡Son
para comerte mejor!
Y
el lobo se comió a Caperucita y jamás volvieron a verla. Al rato vino el
leñador, y el lobo decidió montar una fiesta con él y compartir la comida de la
cesta de Caperucita.
LUCÍA, 3º A
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