viernes, 5 de octubre de 2018

Cuento con palabras





Iba paseando por la calle cuando me encontré un anillo en una casa abandonada, era de diamante, brillaba mucho y me lo guardé. A lo lejos, en la ventana, había un hombre asomado, y al lado de la cancela estaba el nombre de la casa: Villa Locura. Saqué de mi estuche una linterna para alumbrar porque estaba muy oscuro, y, como tenía hambre, empecé a comer una galleta de chocolate.
Tiré el papel a una papelera que había en un árbol. Me decidí a entrar en la casa, primero estaba la entrada y a continuación el salón en el que había un sillón, una chimenea y un cuadro de una niña llamada Eva.
Salí de allí y subí a la planta de arriba. Entré en un cuarto que por las cosas que había allí parecía el cuarto de una niña, sería de Eva. También tenía una tortuga de mascota. Salí y fui a una especie de aula de colegio con pizarra y todo y en la que ponía “da un beso aquí y la pizarra se borrará sola”.
 Me fui de allí y al día siguiente lo conté todo en el instituto y me llevé el anillo; todos lo observaron ya que tenía un pájaro dibujado. De repente el niño que lo tenía en la mano lo lanzó al esternocleidomastoideo de su compañero  y se partió el anillo.
                  
                           
                                               Machari Babiano Mora.



Una niña llamada Luía se levantó un día, se lavó la cara y se le cayó el anillo por el desagüe. Entonces, le entró la locura: salió corriendo a su habitación, miró en el estuche a ver si estaba, por si acaso era un sueño, pero no, fue a contárselo a sus padres, pero ellos les dijeron que lo buscarían después de comer.

 En cuanto que terminó de comer fue a buscar a su amiga Eva, que estaba colgada de un árbol al que le rodeaba un lago lleno de tortugas. Así que Eva consiguió bajar del árbol, fueron a casa de esta para idear un plan. Dibujaron una táctica en la pizarra. Iban a hacer el plan al salir del instituto, pero no se acordaba que había quedado con su amigo, con lo que fue corriendo a la cita y le dio un beso.
Volvieron a casa de Eva y empezaron el plan, al salir de la casa un pájaro se le cagó en la cabeza a Lucia y fue a lavarse, se cayó y se dio en el esternocleidomastoideo y se lo partió, fueron  al médico y al despertarse allí, vio su anillo en el dedo de su hermana, que lo había sacado del desagüe.

                                                                 
                                       Francisco Javier Betanzos Carmona

No hay comentarios:

Publicar un comentario