martes, 15 de diciembre de 2020

LEYENDAS DE SAN FERNANDO

 




Cuenta la leyenda que en un patio de vecinos del pueblo San Fernando, habitaba un fantasma. Se trataba de un patio grande con un pozo en medio, rodeado de casitas cuyas ventanas daban al patio. Esas casas se quedaron en ruinas y el patio quedó abandonado y oscuro. Era el llamado “`patio del cambiazo”, en la calle Real.  Cuentan los isleños que de noche, cuando pasaban por delante del patio y miraban hacia las ventanas, veían sombras moverse y cerrarse de pronto las ventanas. Algunos valientes entraban a pasar la noche allí o a ver si averiguaban el misterio y salían aterrorizados diciendo que habían oído gritos, ruidos y juraban haber visto al fantasma…

Hoy día el patio del cambiazo está reformado y viven muchas personas allí. Quizás el fantasma siga viviendo allí…quién sabe…

                                                CARLOS, 1º A

CUENTO UNA ANÉCDOTA

 



La semana pasada ocurrió algo muy extraordinario en el instituto. Era la hora del recreo y estábamos todos en el patio jugando, comiendo,… cuando de pronto vi algo a lo lejos del patio, en un rincón. Era un bulto grande, no sabía qué era exactamente, así que llamé a mis compañeros y se lo dije:

-      -    ¡eh chavales!, ¿Qué es aquello que hay en el fondo? ¡Se mueve!

Todos corrimos hacia esa cosa y cuando llegamos nos quedamos sorprendidos y asustados: ¡era un buitre! No sabíamos qué hacer y empezamos a gritar, pero el animal se asustó y agitó las alas, entonces nos asustamos más aún. En eso llegó el profesor de guardia y nos dijo que nos calmáramos. Nos alejamos un poco y se calmó. El profesor llamó a la protectora de animales para que vinieran a recogerlo. Fue un espectáculo. Yo le pregunté a los hombres que vinieron:

-¿Qué vais a hacer con él?

Y me dijeron que lo curarían y lo soltarían en libertad, algo que me gustó mucho. Jamás olvidaremos ese día ni al buitre.

                                CARLOS, 1º B

LEYENDAS DE SAN FERNANDO



En Capitanía, un destino militar de la actualidad, pasaron historias terribles que hoy en día siguen pasando. La historia que voy a contar fue vivida por mi madre. Un día a ella le tocó estar de guardia. Entonces se quedó vigilando la puerta hasta escuchar un extraño ruido, y, a partir de escucharlo dos o tres veces de más, se fue acercando sigilosamente. De pronto el piano también se escuchaba sin más, una cruz en la pared se empezó a mover de un lado a otro y se empezó a asustar. Fue a la cocina a comer y a intentar olvidar las cosas raras que estaba percibiendo porque pensaba que podía ser su imaginación, pero no le dio tiempo a abrir el frigorífico y se le cayó una de las grandes antiguas lámparas a su lado. Según ella, vino un milagro o un ángel o su abuelo y la protegió y quedó ella en el centro y la rodearon miles de cristales. Por eso siempre me dice que siempre a mí también me protegerá un ángel. 


                                       AITANA, 1º A

LEYENDAS DE SAN FERNANDO




Cuenta la leyenda que en la playa de Camposoto en,San Fernando Cádiz, en la noche de todos los Santos, ocurre algo muy especial...  resucitan los muertos desde el mar. Nadie lo sabe, pero en esa noche sin darte cuenta puedes ver a una persona resucitada. Aunque antes de media noche habrán desaparecido, y  no volverán a resucitar hasta el siguiente día de todos los Santos.                  

Puedes sospechar de ellos cuando veas en ese día grupos de personas exactamente iguales vestidos, y que andan de una manera muy rara.                                                                                             

En esa noche, si vas a la playa de Camposoto  verás muchas olas en el mar, y muchos barcos sin que nadie los maneje.                                                                                                                                                 ¡Vete, porque ya sabes lo que son! 


                                                          ROCÍO, 1º B

viernes, 11 de diciembre de 2020

CUENTO UNA ANÉCDOTA

 




En este instante voy a contar una anécdota que me pasó hace tiempo con apenas 10 años y actualmente tengo 12 años. Esta historia empieza en una tranquila mañana con un familiar "mi tío" y su novia (Celene). Me propusieron ir a montar que, a parte del baile, es lo que me apasiona. Fui corriendo hacia mis padres, a los que aceptaron esa idea. Pero esa no es la cuestión, sentía miedo o nervios, no sé muy bien lo que me pasaba en aquel momento, la razón por esa adrenalina o angustia es porque hace años que no montaba, pero soy una persona valiente y nunca me rindo, así que me vestí en condiciones, me subí al coche y fuimos a rumbo a Chiclana donde se encontraba esos caballos, al entrar vi a un hombre con una edad avanzada. De repente me sacó un caballo blanco con altura mediana, me monté en él y me pareció fácil , a medida que iba pasando el tiempo las cosas se complicaban para mí: no podía controlarlo, estaba muy nervioso y aquel hombre se estaba dando cuenta y se empezó a igualar , trotando se fue acercando hasta caerme, me agarró y el caballo pasó por encima de mí, vi como si se me acabara la vida pero en ese instante mi mente estaba en blanco cinco minutos después de estar en la arena empecé a llorar de tanta adrenalina y después me reí sin razón ninguno, después fui al Mcdonals a ahogar mis penas y porque tenía hambre, es obvio.

AITANA, 1º A

lunes, 23 de noviembre de 2020

SI YO FUERA UN HÉROE...

 




    Endika y su superpoder

Hola, me llamo Endika. Yo era un niño totalmente normal hasta que un día, caminando por la playa, un erizo me picó. En ese preciso instante, al sacudir el pie, me atacaron a la vez una medusa, un mosquito, un pez loro, mientras pisaba la cola de un ornitorrinco y me caía una cagarruta de gaviota...Total, que de todas esas desgracias sólo podría surgir un superhéroe, con hipervelocidad, supervisión y oído digital multifrecuencia. “Lo pensé varias veces y mi nombre será: “ScreenFushión”

 Un día por la mañana, un compañero del colegio se fue por la parte de atrás de este y lo vi levantando un lata de coca cola. Yo pensé que era un supervillano. Cuando él se fue a su casa, lo perseguí y tenía los planos de un plan supermalvado.

Al día siguiente fui a su casa, le quité los planos que tenía y yo pensé que ya había salvado el mundo, pero se lo sabía de memoria y fue al colegio: quería destruirlo, pero yo desde mi casa lo oí con mi superoído digital multifrecuencia: gritos iban y venían del colegio, así que fui para allá y me lo encontré intentando destrozarlo, pero con mi hipervelocidad cogí una cuerda y lo até rapidísimamente, y menos mal que no le hizo nada al colegio… por el momento!

 Daniel 1º ESO B

martes, 10 de noviembre de 2020

SI YO FUERA UN HÉROE...

 




Hola me llamo Frascasio y soy el hijo de Satanás .Si amigos, mi padre es el mismísimo demonio. Desde pequeño me has educado para hacer el mal y en un futuro heredar el infierno. Así que imaginaros cómo es un día cualquiera en mi vida. Me paso las mañanas asesorando a los políticos, escribiendo los guiones de Sálvame y escuchando las canciones de Kiko Rivera. A mí la idea de heredar el infierno no me hace ni pizca de gracia porque mi verdadera pasión es ser un gran bailarín de ballet clásico, pero no sé como decírselo a mi decírselo a mi padre Satanás. Además estoy harto de hacer el mal; el otro día casi le me meto un lápiz a Manolo por la oreja, y eso que quiero ser buena persona… aunque tampoco como uno de esos de la planta de arriba tan pijos y horteras ¡qué cara de niño que llevan! Quiero ser un chico normal, con sentimientos normales.

Mañana es uno de los días más felices para mí porque es Halloween y puedo salir con mis mallas de ballet y bailar delante de todo el mundo ya que todos piensan que es un disfraz y no mi verdadera pasión.

Después de mucho meditar he decidido contarle la verdad a mi padre. Sé que se enfadara, pero es lo que he decidido y os escribo esto porque mañana será el día en que se lo cuente. Así que feliz Halloween y disfrutadlo por si es el último…

                            Bruno, 1º de ESO

sábado, 7 de noviembre de 2020

SI YO FUERA UN HÉROE...




Me llamo Carlos. Yo era el discapacitado del que todos  los tontos de la clase  creían  que era “el tonto de la clase”,  pero era muy listo: me iba bien la vida, la chica que me gustaba me hacía caso, sacaba buenas notas y tenía muchos amigos, pero un día..  Iba con mi mejor amigo por la calle y de repente, vimos una telaraña con una araña en la acera, y mi amigo me dijo: “Písala tú”.  

Yo le dije que vale. Cuando iba a pisarla saltó la araña, se pegó y después, obviamente, me picó.

¿Os suena a ese superhéroe, verdad?  Pero era un poco diferente y  los súper poderes los usé de modo diferente.

Para empezar yo no ocultaba mi identidad, se lo conté a todos incluso a los tontos de la clase y a la chica que me gustaba y ya veréis cómo ayuda, porque obviamente era lista, rápida en educación física y, sobre todo, buena persona. Pero bueno... basta de hablar de amor.  Los que ya sabéis, crearon con la pocas luces que tenían un plan maléfico, terrorífico y yo qué sé qué más. El dichoso plan era muy muy pero que muy acosador: ¡iban a  degollar a mi mejor amigo!

No sabían que mi amigo era muy listo y el plan daba pena, se notaba un montón y la chica que me gustaba me lo dijo, y también me dijo que lo de la araña no le sorprendía, porque ella también tenía lo mismo. Obviamente me quedé muy rayado, pero no era tiempo para amores... el plan iba a ejecutarse ya de ya.  Os dije que los súper poderes los usé de forma diferente: como se creerían que era un tarugo los derroté fácil y luego ya  había tiempo para amores. Así que me declaré aunque,  como en toda buena historia de súper héroes,  quedamos como amigos en la primera parte...

A ver en la segunda…

 

                                CARLOS, 1º ESO 

 

 

 

 

 

miércoles, 4 de noviembre de 2020

SI YO FUERA UN HÉROE

 




UNA NIÑA FANTÁSTICA



Hola me llamo Rocío y mi superpoder es que puedo mover las cosas con la mirada.

Cuando yo era pequeña, le pedí a mi hermana un bolígrafo que necesitaba para acabar una tarea , ella no me lo quería dejar , y de repente me sorprendí cuando vi el bolígrafo venir hacía a mí volando.

Mi enemigo es un niño ,tiene el pelo moreno y largo y es bajito.

Será un niño pero tiene muy mal carácter , ya que un día descubrió que puede controlar mi superpoder.

Un día en el recreo estaba yo tan tranquila intentando beberme el zumo sin tocarlo con las manos, cuando de repente ví a ese niño que no me paraba de mirar. En ese momento pensé que podría haberme visto levantando el zumo.

Se me ocurrió ir a hablar con él a ver si me decía algo de mi superpoder.

Cuando llegué allí me empezó a hablar de otras cosas pero cuando ya me iba me dijo que lo había visto todo y que se lo iba a contar a todo el mundo.

Yo sabía que no se lo contaría a nadie.

A la mañana siguiente intenté de nuevo utilizar mi superpoder pero no me funcionaba. Entonces lo miré y lo estaba controlando él. Eso me fastidió una barbaridad.

Me gusta mucho mi superpoder,y encima tiene mucha utilidad.

                                      Rocío, 1º de ESO


Hola soy Violet, y tengo 16 años. Vivo en Nueva Jersey con mi padre. Mi madre murió cuando yo tenía 5 años, no me gusta hablar de esto, ya que pasé una infancia difícil. Mi padre, al quedarse viudo, pasó de ser tan feliz y alegre a ser un hombre sin amor propio y a tener una hija que acababa de perder a su madre. Ambos lo pasamos muy mal, y desde entonces nada es lo mismo. Pero papá se sigue esforzando por ser el mejor padre.

Hay algo que aún no he contado, somos… somos… ¡SOMOS UNA FAMILIA DE SUPERHÉROES! Bueno ahora solo papá y yo. Antes luchábamos los tres en las batallas, pero desde lo ocurrido papá no ha vuelto a luchar más, pero yo sí, y lo seguiré haciendo durante toda mi vida.

Mi poder, es retroceder el tiempo, por eso mi nombre de heroína es Retrocéss. Papá tiene el poder de controlar el fuego, su nombre de héroe es Fireman. En cambio, el nombre de heroína de mamá era Aqua, y controlaba el agua ¡era impresionante!

Voy a una academia de superhéroes. Allí nos enseñan a controlar los poderes y cada semana te dan una misión distinta, hay veces que se hacen por grupos o individuales.

Esta semana, me han dado la misión más importante de mi vida, con cuatro de mis compañeros: salvar California de Trestmond, un villano bastante rencoroso. Su poder es la fuerza y la velocidad, también puede volar. Además es muy inteligente y muy pero que muy astuto. Pero creo que entre nosotros cinco, podremos hacer que la ciudad no quede destruida. Él quería destruir California porque hacía 10 años, la academia se encontraba allí, pero un día se peleó con uno de sus compañeros, con el hijo del antiguo director. Este lo echó de la academia sin escuchar su versión ya que él solo creía a su hijo. La rabia y el rencor de Trestmond, hizo que quisiera destruir la ciudad.

Esta mañana me desperté en casa, y papá me llevó al aeropuerto. Allí me esperaban mis cuatro compañeros, que también estaban nerviosos pero a ellos se les veía muy seguros de lo que iban a hacer. Yo estaba preocupada por si algo salía mal, pero contaba con la ventaja de retroceder el tiempo, aunque no más de cinco veces en la misma acción.

-          Creo que 5 veces serán suficientes – pensé.

Cogimos el avión en Nueva Jersey hasta California. Llegamos sobre las dos del mediodía, almorzamos y descansamos en nuestras habitaciones para que esa tarde sobre las siete estuviéramos preparados para la batalla. Al cabo de unas horas, empecé a prepararme para ir a una estación de tren antigua que hacía tiempo que no se usaba, en la que habíamos quedado y en al que lucharíamos contra Trestmond.

Yo llegué la primera, y al rato llegaron mis compañeros.  Primero llegó Skilar, esta tenía el poder de hacerse invisible. Más tarde vinieron Stuart, que podía teletransportarse y Mike, cuyo poder era la telequinesis. Por último llegó Emily, que podía convertirse en cualquier animal. Hacíamos un equipo increíble.

Diez minutos después de que estuviéramos todos, vimos aparecer una sombra sobre una de las vías. Nos pusimos en posición de ataque. Una risa malévola sonó con mucho eco dentro de la estación.

-          Ya está aquí, hagamos lo que hemos planeado. – susurró Mike.

-          Por supuesto. – le contestó Skilar.

Y así fue. Salió lo más parecido que pudimos imaginar.

Emily, se convirtió en un animal grande, fuerte y rápido, en leopardo. Le persiguió por la estación y este empezó a cansarse de correr y volar. Más tarde, Stuart, hizo que lo persiguiera a él, que se fue  transportando mientras lo perseguía, esto lo dejó mareado. Entonces Mike usó su telequinesis, pero no conseguía atraerlo, entonces Trestmond estuvo a punto de atrapar a Mike. Así que yo retrocedí el tiempo. A la segunda si lo  consiguió  y  lo atrajo hacia nosotras, hacia Skilar y a mí. Ella se hizo invisible y lo sujetó por los brazos, mientras, yo le até con una cuerda, y por último Skilar le empujó y él se calló al suelo de espaldas. Entonces Stuart se teletransportó a la academia y se trajo con él a la señorita Margaret, la directora, que también con poderes, para que entregara a Trestmond a los oficiales. Pero cuando llegaron, Trestmond ya casi había terminado de desatarse ya que tenía mucha fuerza.  La directora, estaba bastante lejos de él.

Si hubiera tenido que ir andando hacía a él, no le habría dado tiempo a detenerlo antes de que se desatara. Pero como cuyo poder es la elasticidad,  pudo aguantar la cuerda desde lejos, y agarrarla antes de que él lo consiguiera.

Al fin, llegaron varios encargados y encargadas de la academia y entregaron a Trestmond a os oficiales. La directora nos dijo:

-          Chicos habéis hecho un trabajo magnífico, estoy muy orgullosa de vosotros.

-          Tú también nos has ayudado, muchas gracias directora. – convine.

Ella nos sonrió y dijo:

-          En memoria vuestra pondremos una placa en la puerta de la academia, con la aventura que acabáis de vivir y así todo el mundo sabrá de vuestra hazaña.

Nos encantó la idea.

Al día siguiente, volví al aeropuerto, donde me esperaba papá. En el camino de vuelta a casa, le conté todo lo que había pasado en California. Y al fin llegamos a casa, a mi hogar, con mi padre.

                                        MARINA, 1º DE ESO

martes, 19 de mayo de 2020

Leyendas ambientadas en nuestra ciudad


La guerra de un hombre

Cuenta la leyenda que hace más de 200 años, en la Guerra de la Independencia Española, un héroe de guerra español llamado Roberto García hizo uno de los actos más increíbles del conflicto. Roberto, acompañado por su amigo y aprendiz Fernando, era un hábil mensajero de guerra que se encargaba de entregar los mensajes con los que se comunican sus superiores. Lo malo de este papel es que estaba expuesto constantemente al fuego de la artillería y de los rifles, a la vez que podría ser capturado si un par de enemigos lo pillara entre sus líneas.
Roberto tenía la misión, en este caso, de entregar un mensaje de socorro por parte de las Cortes de Cádiz a los búnkeres anglo-españoles de Gibraltar. Entonces este; junto a su compañero Fernando, partieron hacia una travesía esquivando todo tipo de proyectiles, terrenos pantanosos, alambrado… hasta que al fin llegó a la zona de entrada de los búnkeres junto a otros pocos, entregando el mensaje a el comandante de aquella brigada. A la semana siguiente Roberto se enteró de que iban a realizar unas emboscadas a través de las líneas del enemigo y aliviando así a la presión francesa en el asedio de Cádiz, por lo que este llamó a Fernando para colarse en la infantería aliada y así luchar directamente contra los franceses en la ciudad de San Fernando.
 Cuando la infantería llegó a la ciudad y los enemigos se enteraron, fueron obligados a refugiarse antes de hacer algo ya que los aliados de repente empezaron a ser bombardeados desde una dirección desconocida. Roberto, con cautela, asomó la cabeza para ver la estela de los proyectiles que estaban cayendo para darse cuenta de que venían del mar y, por tanto, de los cañones de unos buques de guerra. Resguardado entre edificios, Roberto y Fernando consiguieron llegar a la playa y confirmar su razonamiento ¡Estaban siendo bombardeados por 18 buques de guerra franceses! Entonces, Roberto procedió a correr hacia uno de los cañones costeros, haciendo el acto más heroico de toda la batalla: hundió a los 18 buques de guerra él solo y su audaz puntería, totalmente expuesto a todos los cañones de los buques.
Pero no todo fue tan de rositas, pues el último barco no se pensó dos veces lo de llevarse a Roberto a la tumba consigo, ya que cuando estaba prácticamente bajo el agua un proyectil salió disparado de la boca del cañón de este, golpeando la caja de munición y haciendo que el cañón de Roberto explotase en una gran bola de fuego que lo incineró violentamente. Fernando, que se quedó perplejo desde que Roberto cogió el cañón y empezó a hundir buques como moscas, huyó de la zona llorando por su amigo que había salvado a sus compatriotas de una muerte casi segura. Y es así como gracias a él, esta leyenda que no se sabe si es cierta o no, fue transmitida de generación en generación para que pudiera ser contada a día de hoy.

Enrique, 2º A

“EL PROBETA”, EL FANTASMA DEL LABORATORIO DE QUÍMICA

Recuerdo como si fuera ayer cuando me contaron una historia fantástica que todavía me cuesta trabajo olvidar. Recuerdo que fue en el mes más duro del instituto porque en junio es cuando hacemos los exámenes finales de curso en el I.E.S Botánico. Es un mes de mucho calor y cansancio después de todo un curso estudiando. La última semana tuvimos muchos exámenes y mis amigos y yo teníamos mucho miedo al examen final de lengua de nuestra profesora Eva. 

Recuerdo cómo a la hora del recreo mi amigo Juanma y yo hablábamos de que podíamos suspender la asignatura y de como nos iba a fastidiar el verano. Uno de esos días de conversaciones en el recreo se nos acercó un alumno que nunca habíamos visto. Nos contó que nos había estado escuchando durante varios recreos y nos dijo que tenía la solución al problema. La historia que escuchamos esa mañana nunca la olvidaré y todavía, cuando me acuerdo, me cuesta trabajo dormir por las noches y se me ponen los pelos de punta. Este chico, quién no quiso decirnos su nombre, nos contó una leyenda fantástica sobre un fantasma, llamado “El Probeta” en el laboratorio del instituto. 
La leyenda decía que en esa clase, muchos años atrás, desapareció un profesor obsesionado con la tabla periódica. Cuenta el alumno sin nombre que este profesor obligaba a sus alumnos a recitar la tabla periódica antes de empezar la clase todos los días. El día que el profesor desapareció, después de escucharse una fuerte explosión en el laboratorio, los alumnos celebraron con gran alegría ese momento porque así ya no tendrían que recitar nunca más la tabla todas las mañanas. Dice la leyenda que el fantasma de el profesor sigue en el laboratorio y cuando un alumno va allí y recita la tabla periódica se le concede un deseo.

 Mi amigo Juanma y yo temblábamos de miedo al escuchar esa historia y, a la vez ,pensamos que tendríamos la solución al problema. Nos tiramos dos días, día y noche, aprendiéndonos la tabla periódica y por si acaso estudiando lengua. 
Una mañana, a la hora del recreo, nos atrevimos a entrar los dos sólos en el laboratorio. Recuerdo como el sudor me caía por la frente y recuerdo a Juanma respirar cómo si hubiese corrido tres kilómetros. Abrimos la puerta con tanta fuerza que el golpe se escuchó en todo el recreo. El trato era que primero Juanma dijese la tabla y luego yo pero, tenía tantas ganas de salir corriendo que, empecé soltando la H de hidrógeno y terminé por el Nobelio en un abrir y cerrar de ojos y salí corriendo no antes sin pedir mi deseo, por supuesto. No sé si esta leyenda ,que por lo visto muchos alumnos conocen, es cierta o no ;lo que si es cierto es que Juanma y yo nos quedamos muchas noches en vela sin poder dormir pensando en la historia que nos contó un alumno desconocido, al que jamás hemos vuelto a ver y nadie del instituto conoce de su existencia. 
Y también es cierto que gracias a esa leyenda aprobamos la asignatura de Eva con sobresaliente y la profesora de química también nos puso la máxima nota. 
Dicen que no hay leyenda que por bien no venga y ese fue nuestro caso.  

Emilio Alberto, 2º A
El callejón

  Era un día normal en San Fernando, yo estaba en mi casa muy aburrido y me puse en el ordenador a ver páginas de Internet. En una de ellas había una noticia, que hablaba de un rumor que ocurría en la barriada de “Las Torres”. Decía que vivía una anciana que se transformaba en animales.
     En la página se podía leer que su casa estaba en un callejón sin salida y que para entrar se tenía que traspasar una pared. Yo la verdad es que no creí mucho ese rumor. Unos días después pasé por ahí cerca y pensé que por qué no explorar, haber si era verdad.
     Fui para allá y me encontré el callejón. Caminé  hasta el final y toqué la pared, pero no pasó nada. Pensé que todo era falso, que estaba perdiendo el tiempo ya que muchas cosas que dicen en Internet son mentiras. Pero de repente saltó un gato y se fue al callejón, miré hacia atrás y ya no estaba el gato. Era imposible que saliese del callejón ya que no había ninguna otra salida.
     Me quedé muy sorprendido, quizás no todos los rumores de internet son falsos.
Juan Manuel, 2º A


El árbol de las sombras


Del famoso parque del Barrero, se cuenta una leyenda sobre un hermoso árbol que pocos pueden encontrar y que tiene una especial peculiaridad.
La historia comienza con una pareja de japoneses. La mujer siempre había adorado la naturaleza, por ello, su marido le regalaba una pequeña planta cada vez que encontraba una lo suficientemente bonita para su mujer. Una vez, en una tienda vio un sakura (árbol japonés de flores rosas) y lo compró pensando en la felicidad de su mujer cuando lo viera. Desgraciadamente, antes de poder mostrársela, tuvieron una inesperada pelea que provocó su divorcio. El hombre, destrozado, quiso alejarse de las cosas que le recordara a lo que era su mujer.
 Así fue, viajó hasta San Fernando esperando encontrar un lugar tranquilo para pensar. El día que desempaquetaba sus pertenencias en su nueva casa, vio el sakura con mal aspecto al fondo de una gran caja. El dolor que le produjo recordarla le hizo coger la pequeña maceta y ponerse a vagar por las calles en busca de un lugar para poder plantarlo. Después de una larga caminata, encontró el lugar idóneo: se adentró en un parque de aspecto pequeño y buscó una zona para poder colocarlo. Le resultó como si se estuviera adentrando en un oscuro bosque pero siguió subiendo por la pendiente hasta llegar a una zona plana sin árboles. Cavó con sus manos un hoyo y plantó el sakura. Mirando al árbol pensando en lo que le había ocurrido, se puso a llorar.
-         ¿Qué es lo que te ha ocurrido?- dijo una voz a su espalda. Asustado se giró, no podía creerse lo que veía. La voz provenía de la silueta de un hombre un poco más alto que él y a juzgar por su voz, debería se tener casi la misma edad. Pero lo asombroso fue que era como mirar un trozo del cielo oscuro, ya que no se podía distinguir otra cosa  que no fuera una silueta.
-         ¿Qué eres? ¿me vas a hacer daño?- dijo el hombre con un hilo de voz que le temblaba del pánico.
-         No te voy a hacer nada, vengo a escucharte, para que puedas desahogarte y así poder superar cualquier problema. En resumen, vengo para ayudarte- dijo la sombra mientras se acercaba- entonces dime, ¿Por qué llorabas?- se sentó que estaba junto al hombre. Este, nunca se imaginó que después de esa noche lo visitaría todos los días libres que tenía para contarle lo que le ocurría y para poder cuidar el sakura.
El árbol fue creciendo y recibía diversas visitas de personas que necesitaban ser escuchadas. Claro que estas no podían hablar de su existencia, porque si no, llegar al lugar del árbol  resultaría imposible. Por lo que las personas que lo buscan para algo que no sea su necesidad de hablar y desahogarse, nunca lo encuentran.


                                                                 Sandra, 2º A

miércoles, 18 de marzo de 2020

                                                Un Viaje Por La Historia

 Casi ni recuerdo cuando nací, sólo tengo una vaga imagen de mi padre cazando mientras mi madre recolectaba fruta y hacía el fuego que meses antes habían inventado nuestros vecinos. Fue una época, LA PREHISTORIA, algo difícil y dura pero muy aventurera porque dormíamos en cuevas y cazábamos con lanzas por el campo para poder comer hasta que aprendimos a sembrar y tener animales que nos aportaban leche y ropa de abrigo. 

En La EDAD ANTIGUA es cuando aprendí a escribir y dejé la choza donde vivía porque, entre todos, construimos grandes ciudades con plazas y mercados que todos compartíamos. Esa etapa de mi vida me encantó ya que además de poder aprender a escribir con los egipcios, hacía deporte e iba a competiciones en las olimpiadas ya durante la época griega.

Llegada  La EDAD MEDIA, he de decir que esta me gustaba porque vivía en un gran castillo rodeado de murallas. Todavía recuerdo cómo, mi hermano y yo, jugábamos con espadas y escudos imitando a mi padre en sus guerras y sus conquistas. Fue por esa época cuando apareció un señor con túnica y con una cruz que nos hacía orar todos los días a mi hermano y a mí porque decía que eso nos salvaría. Nos llamaba cristianos, cosa que no entendí en su momento, pero que ahora comprendo. Yo pensaba que la TIERRA era plana pero nos explicaron que era redonda. Al principio me asustó la idea de poderme caer de esa grande pelota donde yo vivía pero con el tiempo lo fui comprendiendo todo. 

Luego comenzó una época grandiosa, La EDAD MODERNA, donde se descubrió grandes tierras muy lejanas, primero las llamaron "Las Indias" y luego "América". Se construyeron grandes barcos para ir de un continente a otro. Aún recuerdo aquellos años donde yo iba al otro continente y cambiaba especias por telas preciosas. Ahí fue cuando descubrí que me encanta viajar. 

La época en la que ahora vivo, EDAD CONTEMPORÁNEA es mi preferida porque vivo en una casa de ladrillo con luz artificial, viajo en tren y avión, tengo mi propio coche para desplazarme y estoy escribiendo ahora por un aparato que se llama ordenador. Espero en breve poder escribir desde Marte o Saturno porque están haciendo vehículos para ir hasta allí. Quizás, si me gusta mucho, me vaya a vivir al espacio con mi familia. De momento , me consuelo mirando desde la ventana todas las noches a esa bola blanca que llaman la Luna. Seguro, algún día, podré pisarla. 

                                                                   EMILIO, 2º A

Viaje en el tiempo

Érase una vez un científico loco poco conocido, pero que estaba a punto de terminar posiblemente el invento más innovador del mundo: ¡Una máquina del tiempo capaz de viajar entre agujeros de gusanos y poder teletransportarse a las distintas épocas de la humanidad! El sujeto de pruebas era nada más y nada menos que Enrique, el típico pasota que le daba igual todo y que fue elegido al azar entre todos los demás candidatos para probarla. Cuando llegó el día, Enrique acudió a su laboratorio en el Pentágono (que irónico) y este científico le pidió que se sentase. Nada más tocar con el trasero la silla un casco futurista enganchado a un cableado se le encajó en la cabeza y se quedó inconsciente al momento, ¡Estaba viajando en el tiempo!
Cuando Enrique consiguió volver en sí, se quedó perplejo al ver que estaba en un trono de madera siendo abanicado por lo que parecían ser cavernícolas. No podía moverse, pero sabía que no se trataba de realidad virtual ya que sentía la madera del trono y el viento de los abanicos y la sabana por todo el cuerpo. De repente solo veía interferencias y sintió un fuerte dolor de cabeza, hasta que la imagen volvió a sus ojos y no podía creer lo que estaba viendo. 
Estaba en otro trono, esta vez de piedra, en lo alto de una gran construcción contemplando como miles de esclavos estaban construyendo unas pirámides. Enrique se sintió mal por ellos, e intentó convencer a los guardias que tenía a sus costados, pero no entendían lo que decía y miraban con una expresión de confusión y duda. Pero volvió a ocurrir.

Esta vez estaba sentado en otra silla de madera, pero no precisamente en el rol de alguien poderoso, ya que su cara estaba cubierta con una toca. Una especie de verdugo entró en el habitáculo con un cubo de agua, tiro a la silla con Enrique, y le fue arrojando lentamente todo el agua del cubo por la cara. Enrique empezó a sentir angustia cuando el agua le empezaba a cubrir las fosas nasales y la boca, hasta que paró y le saco el paño de la cabeza. Y de repente el verdugo sacó un hacha cuando siente un golpe en la nuca y vuelve a quedar inconsciente.

Cuando se vuelve a despertar y prestar atención a su alrededor, se asusta al ver que está en una especie de Corte con gente armada con rastrillos y antorchas, gritándole en un idioma que él no podía comprender. Pero de repente se acuerda de que estaba estudiando la edad moderna en historia, y le vino el presentimiento de que se trataba de la Revolución Francesa. Un campesino se le acerca con una antorcha y prende fuego al trono (que estaba hecho de madera) quemando gravemente a Enrique y dejándolo casi en las últimas, justo cuando siente un calambre en el cerebro y todo se vuelve negro.
De repente puede volver a mover los brazos, las piernas… y se quita el casco rápidamente, viendo asustarse a otro científico totalmente distinto al primero, que se va corriendo del laboratorio. Enrique todavía sentía el dolor del fuego de antes y el agua resbalar por su nariz, pero no se veía ninguna quemadura o agua por los orificios.
Bruscamente entran unos cámaras y un periodista estadounidenses y le explican que habían pasado cientos de años (no se sabía con exactitud) desde que se quedó atrapado en esa máquina de viajes por el espacio-tiempo. Enrique de quedó perplejo y aterrorizado al ser informado, pero en ese momento no tenía fuerzas para hablar.

 Un tiempo después, después de muchos chequeos médicos y entrevistas, se puso a pensar más en todo lo que había pasado, y se seguía preguntando “¿será verdad que viajé en el tiempo? si es así, vaya que no ha sido una experiencia muy acogedora…”.
                                                        
                                                                         Enrique, 2º A


       Érase una vez una persona que vivía en la prehistoria, pero tenía algo que lo hacía diferente: era inmortal. Vivía con su familia y estaba todo el día en el campo con la agricultura. Para él, el tiempo no le pasaba muy rápido y, un buen día, toda su familia había fallecido por la edad. Su pueblo estaba muy desarrollado y habían creado una lengua y había gente escribiendo cosas. Después de unos cuantos cientos de años (que para él, era unas semanas) la gente hablaba sobre un tal Jesucristo y los romanos, pero nuestro personaje se quedaba muy confundido con estos temas.
Luego cae Roma, y los musulmanes lo están conquistando todo. Él estaba muy preocupado porque un día estaba pescando y vio a tres máquinas que iban por el agua, se quedó muy rayado: decían que habían descubierto un nuevo continente. Pasaron los años, pero sigue en Europa, porque el nuevo continente no le motiva…Y ahora ve que en Francia hay un lío con Napoleón y la revolución. Ya no aguantaba más, de pasar de un pueblo de unas cuantas personas a edificios gigantes, máquinas con ruedas otras máquinas que van por el aire, una cosa llamada internet, una electricidad muy rara, un líquido negro llamado petróleo que sirve como gasolina. Ya no sabe si vive un sueño o algo, pero que no se lo cree.


Juan Manuel, 2º A


UN PASEO POR LA HISTORIA DEL HOMBRE

Adam era un niño que estaba en su habitación, cuando se dio cuenta de la presencia de  un aparato. Entonces, se acercó y pulsó un botón rojo grande. Cuando abrió los ojos se encontró con un ser parecido a él: andaba a dos patas y utilizaba una lanza, pero no hablaba, parecía que gruñía. Estaba muy sucio y se dirigía hacia él. Adam se asustó al verlo, así que le dio al botón lo más rápido que pudor.
Pero no apareció de nuevo en casa: apareció en plena Roma, en plena arena del Coliseo entre dos leones. Se quedó paralizado del miedo por un momento hasta que reaccionó pulsando el botón antes de que un león se le abalanzara.
Ahora se encontraba delante de los Reyes Católicos. Pasó varios días en el calabozo ya que la máquina no funcionaba y lo habían tomado como a un extraño. Siguió intentándolo hasta que lo consiguió y apareció en América junto a Colón en la calavera Santa María.
Cuando llevaba un mes en el barco logró volver a su casa, donde tiró el aparato para no volver a verlo nunca más. 

                                                                                     María, 2º A

lunes, 16 de marzo de 2020

día 8 de marzo: día de la mujer.


EL DÍA DE LA MUJER     8M


Originalmente, esta fecha conmemora el Día de la Mujer Trabajadora en recuerda a las numerosas luchas de las obreras por conseguir mejores condiciones laborales a principios del siglo XX. Es un día  para luchar por la igualdad, la participación y el empoderamiento de la mujer en todos los ámbitos de la sociedad.

Yo opino que la mujer es libre igual que el hombre, que tiene los mismos derechos que los hombres, y que todos somos iguales y no hay nadie superior ni inferior. El Día de la Mujer no es solo el 8 de marzo, también lo son todos los días del año. En esta sociedad no hay el mismo machismo que antes, pero sigue habiendo. Dicen algunos comentarios como “calladita estas más guapa” o “siéntate como una señorita, no como un hombre”.

En resumen, todos somos iguales y tenemos que respetarnos seamos mujeres o hombres.

El avance de las mujeres a lo largo de la historia.

Hace muy poco tiempo las mujeres estábamos oprimidas: no podíamos dar nuestra opinión ni expresarnos libremente. Nuestra ideología no importaba puesto que no podíamos votar en las elecciones, tampoco podíamos trabajar a no ser que su marido les dejase y si les dejaba, cobraban menos por el mismo trabajo que un hombre… y muchos motivos más que ahora mismo los vemos retrógrados.

Aparte de todo esto, un tema muy importante es la violencia de género. Sé que es de ambos géneros, pero normalmente es más habitual hacia el género femenino. Antaño los hombres solo buscaban una mujer criada que le cocinara, les planchase, les limpiara y aparte de todo eso les ponían las manos encima. Afortunadamente todo esto ha evolucionado pero aún así hay mucho que mejorar porque lo que no podemos permitir es que nos hagan sufrir sexualmente, psicológicamente ni físicamente, ni que cuando salgamos tengamos que volver a casa con miedo ante la duda de si volveremos vivas o no.
 Gracias a dios, todo esto está mejorando y cada vez disminuyen las desigualdades y los actos violentos pero no podemos parar hasta conseguir la igualdad total, todos podemos ayudar si estamos juntos si aportamos, todos, nuestro granito de arena. 

María.

1º Bach


LOLA, 3º A