jueves, 22 de febrero de 2018

El fuego de la memoria


MARÍA DEL MAR , 3º B

                      
                            Resultado de imagen de bebé con pañuelo dormir

De pequeña recuerdo que tenía un pañuelito de tela que, en realidad, era un pareo de mi madre. Recuerdo que tenía una esquinita con la que me hacía cosquillitas por toda la cara y, sólo, de esa manera, yo me quedaba dormida y, si se me perída, mi madre tenía que coger algún otro pareo suyo y cortarlo en cuadraditos pequeños. Así, entre las cosquillitas y el olor a mi madre con la colonia que ella le echaba, de nuevo podía quedarme dormida.

SARA, 3º C

                                        Resultado de imagen de peluche gatito
Cuando era pequeña, mi tía nos regaló a mí y a mi primo un peluche que todavía los dos aún conservamos.
Solía quedarme dormida con él mientras lo abrazaba. Era un gato súper pequeñito y olía igual que mi tía, porque había sido precavida y los había rociado con su colonia antes de regalárnoslo. Creo que por eso, también me gustaba olerlo ya que había días que no la veía y la echaba de menos.
Por eso, pienso que este peluche marcó mi infancia.

JUDITH , 3º C

                                 Resultado de imagen de youtube
¿Alguna vez has indagado en “youtube” y has terminado escuchando el opening (canción de entrada) de algún programa o serie de TV que veías hace años, cuando apenas eras un pequeño ser sin idea en el mundo? Yo lo hago muchas veces. Es muy divertido y melancólico. Se diría que es de las pocas cosas que disfruta haciéndolas. A veces pongo listas de reproducción para que salgan varias canciones seguidas y al azar. Siempre en todas las que pongo aparece ese “opening”: “Abre la puerta al paraíso”… “Mermaid Melody… “Pichi, pichi, picht”… Creo que pocas series me han hecho sentir tanto a tan temprana edad. Se podría decir que está al mismo nivel que Code Lycko (por eso me apodo Xana). Es increíble cuando esa canción empieza a sonar. Mi corazón se acelera, salto a cantar como si no hubiese mañana, somo si yo fuese una de esas sirenas…
Aún recuerdo cuando salía en Disney Channel a las cinco de la tarde. Jugaba a la consola dos horas antes y nadie mpodía tocar la tv hasta que la serie acabase. A día de hoy, aún veo capítulos en internet, y no creo que pare de hacerlo. Me hace sentir pequeño, como si aún tuviese seis años. Me llena de una felicidad impresionante.

PAULA , 3º C
                     Resultado de imagen de niños jugando en la calle

Mi infancia me ha llenado de emoción, de risas, llantos, peleas… pero, sobre todo, tengo una infancia llena de recuerdos.
Para mí, un momento increíble es cuando pasé horas jugando con amigos en la calle. Sin límites. Jugaba con toda libertad sin que nadie nos privara de nada.
Me acuerdo que jugábamos toda la tarde al fútbol, partidos que duraban hasta cuatro o cinco horas… pero nos daba igual cuánto durase… sólo nos importaba que éramos felices y nos lo pasábamos bomba.
También jugábamos al “cobeo”, que trataba de que todos, en un parque, jugábamos al pilla-pilla pero sin abrir los ojos… o al escondite, al baloncesto…
eran típicos juegos que me gustaban, pero era feliz con mis amigos. Nada me impedía que jugara con ellos, por eso, mi infancia será recordada con los juegos grupales y con la amistad.

ALBA MARÍA , 3º C
                                  Resultado de imagen de ratoncito perez
Esa ilusión por la que te vas haciendo grande al moverse los dientes. Llegó el día en el que tu primer diente cae, y tú te sientes mayor e importante al ver algo diferente en tu boca. Ahí no queda todo: ¿Y el Ratón Pérez? Esa ansia y emoción a que llegue la noche para dejar aquel diente bajo la almohada y que un ratoncito entre en tu casa a cambiar tu diente por unas monedas.
Hablo por mí. Yo, de mi infancia, no me quedo con juguetes, me quedo con esa inocencia de una niña pequeña y esa ilusión por ver cómo, poco a poco, cambia tu cuerpo y te vas haciendo mayor.

M.ª YOLANDA  3º C
                                   Resultado de imagen de peluche winnie de poh

Durante toda mi niñez he tenido muchos muñecos y peluches, pero hay uno que dormía con él todas las noches y, fuera donde fuera, me lo llevaba conmigo. Aún lo sigo conservando.
Era un pelucha de Winnie de Poh. Ese muñeco siempre me dio mucha ternura y, cada vez que me enfadaba con mis padres, lo abrazaba llorando y me tranquilizaba. Siempre le echaba el perfume de mi madre para abrazarlo por las noches y sentirme más protegida.
Ese peluche me trae muy buenos recuerdos de mi infancia y aún sigo durmiendo con él.

IGNACIO , 3º C
                             Resultado de imagen de mini moto gp

Mi recuerdo de cuando era pequeño era una minimoto GP que me preparó mi padre para ir a las competiciones. Recuerdo que con la moto me parí el brazo. También me quemé el dedo con el tubo de escape y mi hermano también se quemó. Aunque, doliese, era como pensar que eran “heridas de guerra” y me sentía orgulloso porque con ellas , me creía adulto y hasta un profesional de las carreras GP.
Cada vez que veo una minimoto me trae muy buenos recuerdos, ya que cuando era pequeño no quería otra cosa que no fuese la moto y aún así, sigo teniendo la moto. Cuando la veo, la sigo cogiendo porque el sonido me recuerda a la niñez.

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