lunes, 19 de febrero de 2018

EL FUEGO DE LA MEMORIA



MI MANTITA, POR ALFONSO, 3º B

Todavía y, después de tanto tiempo, me acuerdo de mi mantita. Siempre estaba con ella: para dormir, comer, salir a la calle… era mi amiga inerte.
Me abrigaba, me acompañaba, me hacía reír, me apoyaba aunque no fuera un ser vivo; para mí, era mi mantita, mi amiga.
Después de tanto tiempo y mudanzas, perdí mi mantita por el simple despiste de la inocencia de un niño. Pero, pasado el tiempo, la sigo queriendo y echando de menos porque, a pesar de todo, era mi mantita.



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