viernes, 30 de noviembre de 2018

Microrrelatos contra la violencia de género



Amancio y Fermín
estaban en su residencia y su “chacha”, como le decían ellos. Violeta, cuando ya se hartó, yabandonó esa casa.
Buscó otra residencia la encontró y estuvo bien trabajando y siendo respetada.

Dani 3º A y Juan Antonio 3º C



Durante el juicio, las pruebas eran evidentes, incluso habían familiares que declararon como testigos. Los moratones eran claros. Su coartada se caía a pedazos. Todo acabó. Su sentencia: ser libre otra vez, dichosa era ella.

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