Amancio y Fermín
estaban en su
residencia y su “chacha”, como le decían ellos. Violeta, cuando ya se hartó, yabandonó
esa casa.
Buscó otra residencia
la encontró y estuvo bien trabajando y siendo respetada.
Dani 3º A y Juan
Antonio 3º C
Durante el juicio, las pruebas eran
evidentes, incluso habían familiares que declararon como testigos. Los
moratones eran claros. Su coartada se caía a pedazos. Todo acabó. Su sentencia: ser libre otra vez, dichosa era ella.