jueves, 27 de septiembre de 2018


El anillo: la misión.




Érase una vez un anillo que tenía un rubí rojo que 

brillaba mucho.

Pensaba que era una locura mía, pero no, estaba justo 

allí rodeados de púas.

Lo intenté coger con el estuche pero no llegaba muy 

bien. Tras muchos intentos lo conseguí coger y lle

vármelo. Después nos fuimos los que lo habíamos 

planeado, a comer y a despejarnos.

El diamante era más duro que un árbol. Eva que era mi 

espía que corría como una tortuga pero pensaba como 

nadie, seguía con su plan. Este lo habíamos dibujado en 
la pizarra y, como iba bien, una de las espías de la 

emoción me daba muchos besos en la cara.

Me desperté y mi madre me dijo que tenía que ir al  

instituto. Al llegar me encontré con una amiga que tenía 

un nido de pájaros por pelos. En la clase de biología 

dimos el esternocleidomastoideo y me sonaba muy raro 

. Al final ni hubo misión, ni era épico.
Sólo era un sueño.


DANI , 3ºA

cuento con palabras escogidas







Un buen día Alicia se despertó sin su anillo. Ella 

pensaba que era una locura: no podía haberlo 

perdido. Buscó en un estuche donde guardaba el 

anillo y, como no lo encontraba , decidió ir a comerse 

el desayuno.


Se fue a dar un paseo porque estaba cansada de 
  
buscar y se chocó contra un árbol. Su vecina Eva 

salió y le ayudó a levantarse del suelo. Volvió a su 

casa y su madre le dijo que le diera de comer a su 

tortuga y le puso la comida en un plato de pizarra 

roto. Le dio un beso a la tortuga y siguió buscando su 
 anillo. Pensó que a lo mejor lo había perdido en el  

instituto , o que se lo había robado un pájaro de su 

estuche. Al levantarse de la cama se dio un golpe en 

el esternocleidomastoideo y se dio cuenta que todo 

 era una pesadilla. Miró a su lado, y el anillo seguía 

guardado en el estuche.

M.ª Araceli  3ºC

CUENTOS CON PALABRAS ESCOGIDAS








Érase una vez un niño llamado Nico que un día le regaló un anillo a su novia Eva. Ella se puso tan contenta que, con la locura y el nerviosismo del momento, lo metió en un estuche y lo perdió.
Cuando se fueron a comer, lo encontraron bajo el fregadero. Luego
se pusieron a tomar el sol bajo un árbol y se encontraron una tortuga con una patita rota. Entonces decidieron curarla y Eva no paraba de darle besos. Así que Eva y Nico se llevaron a la tortuga al veterinario
después de salir del instituto y allí les dijeron que la tortuga tenía roto el esternocleidomastoideo.

                                    JUAN  3B