Historia
ambientada en verano
Mi familia y yo
íbamos a ir a la playa. Era septiembre e iba a ser la última vez que íbamos a
ir a la playa en el año.
Antes de salir de
mi casa, mi madre cogió la bolsa con todas las cosas y las llaves de mi casa de
un cuenco donde todavía había polvorones de navidad.
De camino a la
playa entramos en una papelería para comprar bolígrafos y un diccionario
porque faltaba poco para empezar el curso.
Cuando llegamos,
mi madre puso en la arena las toallas y mi padre puso la sombrilla, que era del
tamaño de una jirafa.
Como era tarde,
comimos, y mi madre sacó de la bolsa garbanzos y
unas patatas de jamón. Yo comí mas patatas que
garbanzos.
Después de varias
horas, nos tuvimos que ir, y para tener un recuerdo del día, nos hicimos un selfie todo el mundo.
HISTORIA DE NAVIDAD
Era
Nochebuena y quedaba poco para que terminase el año. Mis padres y yo estábamos
listos para ir a casa de mi abuela a comer con toda la familia, y mi padre
cogió un polvorón antes de irnos porque decía
que ya tenía hambre.
Cuando llegamos
a casa de mi abuela, estaba en la cocina haciendo cordero y mi abuelo estaba en
el sofá haciendo un crucigrama con su bolígrafo
favorito y, de vez en cuando, se levantaba del sofá a buscar un diccionario porque no sabía el significado de alguna
palabra. Mi abuela vino y puso patatas para
picotear, y mi hermana quiso hacerse un selfie todos
juntos.
Después de
un rato, mis abuelos pusieron muchas cosas en la mesa: jamón, queso, aceitunas,
gambas... Y también puso garbanzos, algo que
nadie cogió porque no tenían ganas de comer garbanzos por la noche.
Mi tío
encendió la televisión, y como no había nada, dejó un documental sobre jirafas, pero mi abuela lo quitó y puso el concierto
de Navidad.
Todos
estuvimos comiendo felizmente y pasamos toda la noche ahí. Después, cada uno
volvió a su casa.
ISRAEL, 3º A
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