HISTORIA
SOBRE EL VERANO
Era una
tarde calurosa en mi casa, yo estaba con el bolígrafo
y un diccionario en la mano tratando de hacer mi
tarea. Mi madre cocinaba unos garbanzos y pelaba las patatas
mientras mi padre trataba de colgar un selfie
de nosotros en Málaga. Mi hermana solo daba la lata con sus zapatillas de jirafa. En la encimera descansaba una enorme cesta de polvorones de fin de año. Podrías pensar que estábamos
en Navidad, pero en realidad estábamos casi en verano y no habíamos podido
terminarlos.
HISTORIA
INVIERNO
Era el
último día de vacaciones de Navidad El año escolar empezaría otra vez. Miré a
la mesa donde estaban algunos de los regalos del día de reyes como unas
zapatillas en forma de jirafa, una caja de polvorones, unos tenis, un palo selfie o incluso una patata. Mis
padres, mientras, preparaban los garbanzos que comeríamos.
Yo estaba haciendo la maleta cuando miré los mensajes del grupo de WhatsApp
ninguno de los integrantes quería despertarse mañana a las siete de la mañana,
yo simplemente di un suspiro y preparé el estuche: mi bolígrafo
y el diccionario.
ANÓNIMO, 3º
A
Relato de navidad
Un día de nochebuena por la
tarde, le estaba escribiendo una carta a un buen amigo mientras comía un polvorón.
Estaba escribiendo con el bolígrafo que me había regalado. Mi amigo
tiene una gran memoria y recuerda todo a la perfección: su cabeza es un diccionario.
El año ya estaba acabando y quería verlo algún día. De repente recordé
que tenía que comprar garbanzos.
Cuando salí a la calle había un desfile
increíble: habían personas bailando y cantando, y en una parte del desfile
salieron diez personas con zancos disfrazadas de jirafa. Entonces vi,
que una de las jirafas era mi amigo. Se le cayó un paquete de patatas
y se lo devolví. Me vio, me saludó y me hice un selfie con él. Esa noche
se quedó conmigo y con mi familia y amigos a cenar y pasamos la nochebuena
todos juntos. Al final, la carta no tuve que enviarla porque se la leí en
persona.
Relato de verano
Mi familia y yo fuimos a
pasar las vacaciones de verano en un campamento. Me parecía un rollo porque
solo había árboles y pocas actividades que podías hacer. Cuando llegamos
montamos nuestra tienda junto a otras
que estaban al lado. Los que dirigían el campamento me dieron un polvorón,
que era como un regalo de bienvenida, yo me extrañé ¡Era verano! No quise jugar
en el bosque, así que me metí en mi tienda de campaña y me puse a escribir una
historia con un bolígrafo verde. Además de mi cuaderno me traje libros
para leer y mi hermano se trajo un diccionario porque dice que quiere
estudiar las plantas de allí. El verano de este año no podía ser más
aburrido, ¿Qué quieren que haga mis padres para divertirme? ¿Coger ramas? Para
cenar, mi padre cocinó garbanzos y nos fuimos a dormir .Por la mañana
fuimos al zoológico y habían jirafas y muchos animales. Allí me compré
unas patatas fritas y me hice un selfie con una llama. Cuando
volvimos al campamento, lo investigué y encontré una gran piscina donde todos
se estaban divirtiendo. Me tiré a la piscina y me lo pasé genial… ¡En realidad
las vacaciones no estuvieron tan mal!
LUCÍA , 3º A
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